miércoles, 6 de enero de 2016

deshacer

Cero con cincuenta y cinco minutos; un día jueves por la madrugada, disfrutando una nueva noche. No sé desde cuando volvió el insomnio a mi débil sistema, todos saben que suelo dormirme a las nueve en punto luego de tragar una taza de té.
Fue fácil. Debo dejar de ofenderme a mí misma por no haber hecho cosas que debía, pero es que yo nunca tomo en cuenta nada, todo me da igual.
Si leyeras esto he de decir que echo de menos tu mirada constante frente a mí, e incluso tu ceño fruncido y esa fuerte e imponente voz al decirme "Javiera". Cuánto desearía que lo repitieras tirándome de la espalda para que te preste atención.

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